Una patente constituye un derecho de propiedad intelectual que confiere al titular una exclusividad temporal para evitar que terceros fabriquen, comercialicen, importen o exporten la invención protegida. En contraprestación por este derecho exclusivo, el solicitante está obligado a divulgar los detalles de la invención al público.

Para registrar una patente en Brasil, el solicitante debe seguir los procedimientos establecidos por el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI). El proceso puede ser complejo, por lo que se recomienda trabajar con una firma de abogados especializada en propiedad intelectual que esté familiarizada con el sistema legal de patentes brasileño para ayudar a guiar al solicitante a través del proceso y garantizar que la solicitud esté debidamente preparada y presentada.

Una vez que se concede la solicitud de patente, la protección puede durar hasta 20 (veinte) años para las invenciones y hasta 15 (quince) años para los modelos de utilidad a partir de la fecha de presentación.